Una de las características distintivas de la época que nos toca vivir es el atravesamiento de nuestra vida cotidiana por un caudal cada vez mayor de informaciones, imágenes y opiniones difundidas por los medios masivos de comunicación social. Sin embargo, estaríamos minimizando la enorme influencia de los medios si sólo consideramos su presencia en términos de la cantidad de mensajes y del tiempo que insumimos en su recepción. Lo que los hace significativos es el hecho de que no sólo difunden información sobre la realidad, sino maneras de verla y entenderla. Esto los convierte en importantes constructores de nuestras percepciones, ideas y valoraciones acerca del mundo, de nosotros mismos y de nuestro lugar en él. Los niños y jóvenes que asisten a nuestras escuelas toman contacto con esta red de mensajes mediáticos a través de su experiencia cultural cotidiana. Diarios, revistas, noticieros y series televisivas, películas, video-clips y publicidades contribuyen, en diversas formas y grados, a su formación social y política. Sin embargo, los textos de las noticias y las fotografías de prensa, las imágenes y los sonidos de las noticias que vemos en la pantalla del televisor y las escenas de una serie de ficción, no constituyen un fiel reflejo de la realidad, no nos muestran los hechos tal cual son. Por el contrario, son siempre el resultado de un conjunto de decisiones tomadas por equipos profesionales. Acercar a los docentes y a sus alumnos esta propuesta de abordaje de los medios, centrada en el análisis del tratamiento de la información de actualidad en el diario, es ofrecer una herramienta para acercar la realidad al aula desde una perspectiva de la lectura y comprensión crítica y recreadora de mensajes de los medios de comunicación. Al mismo tiempo, ofrece la oportunidad de repensar las prácticas de la alfabetización como una capacitación de las personas para dominar e interpretar críticamente los códigos del lenguaje propio de los medios audiovisuales.
