A lo largo de la historia, los medios de comunicación han ido avanzando en paralelo con la capacidad de los pueblos para configurar su mundo físico, a través de un grado de interdependencia entre los mismos. La revolución de las telecomunicaciones y de la transmisión de datos, han empujado al mundo hacia el concepto de "globalización", lo que ha ocasionado que ninguna de las estructuras sociales, escape a su influencia y gran poderío.
En este contexto, y pese al dominio de los medios informativos, la relación que la escuela ha sostenido con ellos, se ha visto caracterizada tanto por el amor, como por el pánico, este vínculo se ha movido más cerca de la desconfianza, que de la aceptación y el reconocimiento.
Sin embargo, es innegable que, los medios de comunicación, desempeñan un papel central en la vida de los estudiantes, como primera actividad de entretenimiento y principal fuente de información, los medios afectan e influyen sobre la forma en que los niños, jóvenes y en muchos casos adultos, perciben la realidad e interactúan con el mundo. Las identidades individuales, se trazan en la intersección del texto escrito, la imagen electrónica, la cultura popular y las nuevas tecnologías, lo que modifica la percepción que tienen de la realidad, su actitud ante el conocimiento y el modo en que conciben el mundo.
Por lo anterior, la escuela, como uno de los pocos escenarios que, en la propia percepción de los alumnos, les pertenece y en el cual sienten que se habla de ellos y a ellos. Los medios de comunicación deben ser tomados en cuenta como medios de apoyo al conocimiento, en la medida que influyen sobre lo que nuestros educandos aprenden, y sobre la forma en que adquieren conocimiento. Es decir, sobre sus conocimientos, su relación con el saber y acerca del mismo proceso cognitivo.
Estando conciente de lo anterior ha dado pie a la introducción de la tecnología informática y de comunicación en las diversas instituciones académicas, como factores mediadores importante para apoyar los procesos educativos, y de que esto ha propiciado la creación de nuevas concepciones, estrategias y términos en la jerga lingüística de la pedagogía, así como el desarrollo de nuevas herramientas e innovadores ambientes de aprendizaje que conjuntado con el uso de las telecomunicaciones y la informática, nos remite inevitablemente a formas diferentes de organizar la práctica en el aula, que como lo diría Ferreira, "consiste en la creación de una situación educativa centrada en el alumno que fomenta el desarrollo de su pensamiento crítico y creativo mediante el trabajo en equipo cooperativo y el empleo de la tecnología..." Ferreira Gravié 2002).
Estás propuestas centradas en la información integral del alumno y en el aprendizaje están obligando a reconceptualizar la cultura escolar, a tomar en cuenta nuevas maneras de acceder al conocimiento y a su construcción misma.
En este sentido, resulta importante el reconocimiento de la importancia del uso de la tecnología en el proceso de enseñanza aprendizaje, y del compromiso que los docentes hemos contraído al ser parte de un cambio estructural constante en el mundo, en el que es imperante recurrir a los avances científicos y tecnológicos, que nos permitan potenciar el desarrollo de los procesos cognitivos y creativos en los estudiantes, desafiar las prácticas actuales rompiendo paradigmas educativos e individuales que nos hacen caer en un tradicionalismo inútil, para encaminarnos hacía lo que se ha denominado innovación pedagógica.
Como conclusión se podría argumentar que, uno de los desafíos que enfrentan los docentes, y que es quizá el de mayor preocupación, compromiso y responsabilidad es el de preparar a nuestros educandos para desempeñarse y triunfar en el mundo donde impera la competencia y rige la tecnología, por lo que nuestra función debería ser, de primera instancia, conducir al alumno no sólo al aprendizaje sino como lo estipula la teoría Krashaniana "lograr la adquisición de los diversos conocimientos", a través de su uso, lo que sin lugar a dudas nos conducirá a mejorar los resultados en el proceso pedagógico.
Para finalizar y tomando en cuenta lo ya señalado, me atrevo a sugerir, como un ente imperativo la creación de programas escolares y cursos de actualización docente, en los diferentes niveles educativos, que tengan por objetivo una educación en medios, que revalorice la cultura de los propios alumnos, y al mismo tiempo, orienten al docente acerca de la manera de relacionarse con los nuevos lenguajes, así como, en el desarrollo de habilidades para el manejo de herramientas computacionales y de su papel como facilitador del aprendizaje, entre otras temáticas relacionadas con las telecomunicaciones y la informática como estrategias de apoyo en la educación. Ya que sólo así los recursos tecnológicos podrán ser usados como un medio y no como un fin.